No, no vamos a hablar de filosofía. Al menos no ahora.
A la hora de escribir un discurso tienes que tener muy en cuenta quién eres. Pero no quién eres tú, la persona (que también), sino quién eres tú en el contexto del acto en que vas a participar, que por eso es por lo que escribes el discurso.
Demos un pequeño repaso a la Teoría de la Comunicación. Lo más básico: en todo acto de comunicación, y un discurso lo es, existe como mínimo un emisor, un receptor, un mensaje, un código, un canal y un contexto.
Tú eres el emisor. Eso lo tenemos claro. Pero ¿quién eres para tu receptor? Porque puedes ser muchas cosas al mismo tiempo, pero tendrás que elegir una.
Imaginemos que eres un empresario/a de éxito al que invitan a realizar una charla en una federación empresarial. Resulta además que presides una asociación benéfica que el sábado celebra una gala para recaudar fondos, y también tendrás que hablar. Y el domingo se casa tu mejor amigo/a en una ceremonia civil y que te ha pedido que digas unas palabras para que el acto no quede tan “frío”.
Obviamente no puedes dirigirte a todos de la misma forma ni con el mismo discurso. Porque tu público (el receptor) es distinto, aunque sea tu amigo el que se casa el mismo que te haya invitado a dar la charla en la federación y el vicepresidente de tu asociación benéfica. Y aunque la gente que asista a los tres actos -esto sería raro, pero créeme, pasa- sea más o menos la misma. ¿Qué cambia aquí? El contexto.
Quién eres tú en un acto concreto de comunicación como es un discurso va a depender en gran medida de quiénes son los demás, del mensaje que quieres transmitir, el lenguaje que vas a utilizar (código), y en qué contexto te encuentras. Y estos factores van a ser decisivos en el discurso que vayas a realizar. Se llama coherencia.
Parece obvio ¿no? Pues no lo es tanto. He asistido a actos empresariales en lo que algún ponente creía estar dando una clase magistral, y a actos benéficos en los que el relato era más propio de una Junta de Accionistas. Tengo más ejemplos, y ya los iremos desgranando. Piensa en la última vez que tuviste que escuchar la intervención pública de alguien: ¿se ajustaba al contexto? ¿Hablaba de manera adecuada a su público? ¿Era, en fin, coherente con el acto en el que estaba enmarcado su discurso?
Y ahora, antes de comenzar a escribir, piensa de nuevo ¿quién eres?
[…] siempre, el mensaje que queramos transmitir, el contexto en el que estemos, quienes seamos nosotros en ese contexto y quién sea nuestro interlocutor, determinarán qué tipo de pregunta retórica utilizar, e […]
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[…] por la falta de coherencia entre los factores que determinan el acto de comunicación (recordemos: emisor, receptor, mensaje, canal, código y […]
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[…] sido invitado a decir unas palabras en un acto concreto. Ya has reflexionado sobre quién eres tú en el contexto de dicho acto, quién te va a escuchar, cuánto va a durar tu discurso (o […]
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[…] qué pasa esto? Recordemos que en un acto de comunicación hay emisor, receptor, canal, código y contexto. Aunque suele presumirse que el código es el idioma en el que […]
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